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Construida sobre pilotes inmensos y fuertes puentes ostenta una historia digna de Hollywood.
¿Es posible hacer un recorrido en vehículo a la par de los delfines y de la vida marina? Sí. La Overseas Highway de Florida recorre 44 islas en el extremo sur de Estados Unidos, tiene 42 puentes y está sostenida por inmensos pilotes que se hunden a 9 metros bajo el nivel del mar. Una de las obras magistrales de la ingeniería que reemplazó el antiguo ferrocarril de ultramar que fue destruido luego de un huracán.
Para conocer a quien pensó que algo así era posible hay que adentrarse en la mente de Henry Morrison Flagler, llamado también como “el padre de la Florida moderna”. En 1870 Flagler, junto a John D. Rockefeller, fundaron la Standard Oil Company que pronto sería una poderosa corporación.
Enamorado de los paisajes de la Florida y de su claro potencial económico y turístico, Flagler decidió usar toda su riqueza en resorts de lujo. Así este estado, que era pobre y poco visitado, se fue convirtiendo en una perla para los viajeros. Hasta allí todo marchaba sobre ruedas. Con los resorts listos el segundo problema que se les planteó fue el traslado de los turistas a los lujosos complejos.
En 1885, apenas 15 años después, Flagler decidió unir varias vías férreas que iban desde Jacksonville, hasta Miami. Es decir, de Sur a Norte. Años después Flagler seguiría esta línea hasta Cayo Hueso, la ciudad más grande de la Florida del 1900.
El proyecto de este ambicioso hombre fue llamado “la locura Flagler” ya que era considerado como una obra imposible de realizar. Los huracanes les dieron la razón a muchos. A principios del siglo pasado tres huracanes destrozaron la construcción y costaron la vida de 100 hombres. Decidido a finalizar, el magnate siguió adelante y siete años después, con un costo de casi 1.600 millones de dólares actuales, inauguró su tramo.
“La octava maravilla del mundo”. Así fue conocida la obra completada en 1912. El mismo Flagler, de 82 años, fue parte del viaje inaugural en el vagón de lujo que hoy se puede ver en el Museo Flagler de Palm Beach. Su sueño estaba cumplido.
Sin embargo, lo que había comenzado como un anuncio de la naturaleza terminó por destrozarlo todo. Apenas 23 años después, el peor huracán del siglo se llevó gran parte de las vías. ¿Iniciaron la reconstrucción? No. Los vehículos ya rodaban fuerte por las rutas y en 1938 el gobierno de Estados Unidos decidió que construir esta increíble carretera que es una de las más largas del mundo sobre el agua.
Flagler estaría una vez más presente en este proyecto. No en vida, sino que gracias a sus puentes creados para resistir vientos de 320 kilómetros por hora. Fueron estos puentes los que soportaron y soportan, junto con los inmensos pilotes de hormigón, la estructura de la Overseas Highway que unió los cayos de Florida para siempre.
El ingeniero, los trabajadores y una vida muy dura
Quien proyectó y construyó la extensión de las vías de 62.137 millas sobre aguas abiertas fue el ingeniero William J. Krome. Un recorrido que tiene 700 pilotes de soporte que se hunden nueve metros bajo el mar. Fueron hombres los que trabajaron día y noche y quienes contaron con la ayuda de buzos para poder crear estos inmensos apoyos de hormigón.
En Cayo Paloma, 400 trabajadores se hospedaron en un campamento durante tres años. De estos hombres, 100 murieron y el resto tuvo que soportar el calor, los huracanes, los escorpiones y los caimanes.
Hoy la increíble autopista finaliza en una boya de color blanco y negro que representa el punto límite del recorrido por Estados Unidos. Desde allí, Cuba se encuentra a 90.098 millas mientras que Miami está a 131.731.
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