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Un estudio de la Universidad de Washington en Seattle revela que la principal causa de los aumentos significativos de la presión arterial podrían ser los gases relacionados con el tráfico

Un estudio realizado por la Universidad de Washington en Seattle revela que la principal causa de aumentos significativos en la presión arterial no es el estar sentado durante horas en una autopista con tráfico detenido, sino más bien la exposición a los gases del tráfico. Publicado en la revista Annals of Internal Medicine, en diciembre de 2023, el estudio examinó los efectos de la contaminación del tráfico en la salud cardiovascular.

En el estudio inicial, se introdujo humo de gasóleo en una habitación cerrada con unos 40 participantes, lo que resultó en un aumento notable de la tensión arterial. Luego, el estudio se trasladó a las calles de Seattle, donde se realizaron tres trayectos diferentes por dos horas, en medio del tráfico. Dos de estos viajes no utilizaron filtros de aire, mientras que en el tercero se emplearon dispositivos HEPA para filtrar el aire.

Los resultados mostraron que, durante los trayectos sin filtrar, los aumentos en la presión arterial fueron similares a los observados en el entorno controlado del laboratorio, alcanzando hasta casi 5 milímetros de mercurio. Aunque el estudio fue pequeño y solo 13 participantes proporcionaron datos utilizables, fue financiado por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. y los Institutos Nacionales de Salud, lo que resalta su relevancia científica y potencial impacto en políticas públicas.

En la imagen se muestra la contaminación del tráfico

Implicaciones y acciones futuras: ¿cómo cuidar a la población?

El estudio subraya la importancia de abordar las desigualdades medioambientales exacerbadas por la construcción de autopistas y sus efectos tóxicos. Este estudio no sólo enfatiza la necesidad de políticas ambientales más estrictas, sino también la importancia de medidas individuales y colectivas para reducir la exposición a la contaminación del tráfico y sus efectos adversos en la salud cardiovascular.

La EPA recomienda una serie de medidas para mitigar la contaminación del aire causada por vehículos, aunque algunas puedan parecer poco realistas, representan un paso significativo hacia la reducción de las emisiones de gases y la resolución de este creciente problema ambiental y de salud pública:

  • Conducir menos: si es posible, evitar el uso del automóvil es ideal. Optar por alternativas como bicicletas, transporte público o compartir viajes con otras personas también contribuye significativamente.
  • Conducir inteligente: conduzca de forma eficiente y realice revisiones periódicas a su vehículo, siga el programa de mantenimiento del fabricante y utilice el aceite de motor recomendado.
  • Elegir vehículos que consuman poco combustible: la EPA continúa insistiendo en la implementación de más vehículos eléctricos en carretera.
  • Evitar el ralentí: el ralentí innecesario contamina el aire, gasta combustible y provoca un desgaste excesivo del motor.
En la imagen se muestra la contaminación del tráfico

Cuidar del medio ambiente, como se expone en este artículo, implica también cuidar nuestra salud. La implementación constante de estas medidas puede marcar una gran diferencia, siempre y cuando exista un compromiso ciudadano genuino.

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