8 hábitos que caracterizan a un mal conductor

Así como es fácil identificar a un buen conductor, lo es aún más con un mal conductor. ¿Qué los caracteriza?

El invierno aún no termina y los caminos siguen suponiendo un riesgo para los conductores. Sin duda, conducir es una habilidad que requiere de concentración, buena navegación y evaluación de los espacios, por lo que muchas personas no cumplen con todas las características de un buen conductor. Así como es fácil identificar a un buen conductor, lo es aún más con un mal conductor.

¿Qué caracteriza a un mal conductor? Existen varios hábitos que son típicos de un conductor que no sabe seguir los reglamentos o que decide ignorarlos, suponiendo un riesgo para el resto de los conductores con los que comparte las carreteras. A continuación, presentamos una lista de 8 hábitos que identifican a un mal conductor, con el fin de aumentar la seguridad en las calles. Si usted realiza más de tres hábitos listados, es momento de reevaluar sus métodos de conducción.

8 hábitos de un mal conductor

1. Tocar el claxon constantemente

Los buenos conductores reconocen que el claxon no es un elemento que hará desaparecer el tráfico, sino que su propósito es utilizarse ante emergencias como advertencia a otros conductores; va más allá de la simple molestia. El constante pitido de un claxon solo resulta en estrés para el resto de los conductores, lo que puede ocasionar accidentes o distracciones. Además, este hábito se atribuye a personas impacientes, contrario a los buenos conductores.

2. Ignorar las señales de tráfico

Las señales de tráfico no son opcionales. Todo conductor debe conocer y respetar las señales de tráfico, pues su función es prevenir accidentes. Los conductores que ignoran los señalamientos demuestran que su preocupación por la seguridad vial es nula, y eventualmente, terminarán ocasionando un accidente por su negligencia.

3. Exceso de velocidad

Según la encuesta llevada a cabo por Forbes Advisor, el exceso de velocidad es el peor hábito de conducción en Estados Unidos, con un 39% de los conductores admitiendo haberlo practicado. El respetar los límites de velocidad es de suma importancia, sobre todo en áreas congestionadas o con peatones.

Los malos conductores suelen ignorar los límites de velocidad y son quienes ocasionan accidentes, que en muchas ocasiones llegan a ser mortales. Un buen conductor conoce y respeta los límites, haciendo que los caminos sean seguros para todos.

4. Seguir de cerca a otros vehículos

El hábito de seguir a otros coches demasiado de cerca es peor que una mala habilidad al volante. El riesgo de colisión por alcance es mucho mayor cuando la gente hace esto. Tienen una visibilidad limitada de la carretera y poco espacio para reaccionar si el vehículo de delante frena repentinamente. Además, la gente percibe este hábito como un comportamiento intimidante.

5. Cambios frecuentes de carril

Aunque considere que sus habilidades al volante son muy buenas, el cambio constante de carril también puede ocasionar accidentes. Este hábito distrae al resto de los conductores, resultando en movimientos bruscos que pueden ocasionar un accidente. Cualquier cosa puede ocurrir cuando sorprendes a otros conductores, y una conducción tan errática puede interrumpir fácilmente la fluidez del tráfico.

6. Conducción distraída

Según datos proporcionados por la Administración Nacional de Seguridad Vial (NHTSA), la conducción distraída se cobró 3,308 vidas en el año 2022. La conducción distraída incluye hábitos como utilizar el teléfono y comer mientras se conduce, volviéndose una de las prácticas más peligrosas en la actualidad. Este mal hábito retrasa el tiempo de reacción y dificulta la toma de decisiones.

7. Ignorar a los peatones.

Todo conductor tiene la obligación legal y moral de respetar el derecho de paso de los peatones. El ser impaciente en los cruces peatonales o ignorarlos por completo no solo demuestra una mala conducción, sino que pone en riesgo tanto al conductor como a los peatones. Esperar un minuto a que la gente cruce, realmente puede salvar una vida.

8. Furia en la carretera

La furia al volante es uno de los problemas más grandes en Estados Unidos, cuando se trata de seguridad vial. La NHTSA afirma que aproximadamente 300 personas han perdido la vida en incidentes relacionados con la furia al volante desde 2013.

Este hábito nubla las condiciones de pensar en la seguridad de los conductores, puesto que lleva a tomar decisiones irracionales y peligrosas. La conducción requiere de paciencia y de saber reaccionar ante situaciones imprevistas, por lo que la furia es otra característica de un mal conductor.