Clinton Road: una ruta rodeada de misterio y leyendas de horror
Se encuentra en West Milford, New Jersey y contiene muchas rarezas. Una historia espeluznante.
El silencio inunda el camino que se hace demasiado largo para los 16 kilómetros que recorre. Y una brisa mueve los árboles. Nada se escucha salvo el crujir de alguna rama y tanta calma comienza a perturbar. Clinton Road une a dos poblaciones que no tienen habitantes, entre el asfalto y el paisaje agreste aparece alguna casa. ¿Vive alguien? Nadie se anima a preguntar.
De manera casi imprevista un semáforo corta el andar. Divide a esta ruta con la Ruta 23. El auto detiene la marcha y espera. Más de 30 segundos pasan y la impaciencia comienza a cobrar fuerza. Un minuto, dos, tres, cuatro… cinco y por fin cambia de luz. Es el semáforo de mayor tiempo de espera de todo el país. La quietud, las historias sobrenaturales hacen querer salir de este camino de West Milford, New Jersey, Estados Unidos. Y pronto.
¿Pura sugestión? Muchos opinan que sí. La fama precede al lugar. Pero como tal no deja de intrigar. ¿Será verdad? El mantenimiento de la ruta no ayuda, la Clinton Road tiene dos carriles, pero no se encuentra en el sistema de autopistas del Estado por lo que está descuidada.
Para peor, el pueblo que le dio su nombre tampoco existe más. Se murmura que allí el Ku Klux Klan y los asesinos profesionales depositaron muchos cadáveres. Algo que, por supuesto, no fue nunca confirmado. La ruta del terror agita, asusta y no termina más. Un camino signado por las leyendas paranormales y el horror.
¿Cuáles son estas historias?
Un niño en el puente. Este puente cruza el arroyo Clinton. La leyenda detalla que si alguien pone una moneda en la línea amarilla y permanece en el lugar un niño fantasma le devolverá el dinero. Se cree que este niño perdió su vida al caer al arroyo o fue atropellado por un vehículo.
El auto fantasma. Un Chevrolet Camaro aparece por esta ruta bajo el mando de una chica quien falleció en 1988. Para que este espectro se pueda ver, explica la misma leyenda, hay que mencionar la historia de la chica mientras se conduce por esta zona.
Guardaparques del más allá. Un grupo de jóvenes escaló en Terrace Pond, sitio al que se llega desde la Clinton Road. Estos jóvenes colocaron su carpa y se prepararon para disfrutar cuando dos guardaparques se acercaron a verlos. Al contar luego este episodio conocieron que estas personas fallecieron nada menos que en 1939.
¿Un templo Druida? Existe, al Este de la Clinton Road, una estructura que es atribuida a un templo druida donde, se dice, se realizaban rituales sangrientos. Lo cierto es que en el Registro Nacional de Lugares Históricos este supuesto templo aparece como una fundición de hierro llamada Clinton Fundición que fue construida en 1826.
Seres espeluznantes. Hay más, inusuales criaturas fueron vistas, supuestamente, en esta ruta. Hasta se habla de seres híbridos que nacieron luego de que el parque de atracciones local llamado Jungle Habitar cerrara en 1976. El imaginario sostiene que para sobrevivir estas especias se cruzaron creando raras especies. ¿Posible?
Un castillo. En 1905 un hombre llamado Richard Cross construyó un castillo cerca de la Clinton Road. Allí se mudó con sus tres hijos y su esposa. Al tiempo esta edificación sufrió un incendio y finalmente fue abandonada. Se usa en oportunidades como espacio de acampe o para realizar fiestas. Hay visitantes que han reportado hechos paranormales y hasta visiones.
Un asesino que llegó a las noticias. En la revista Weird NJ una historia dejó a todos sin aliento. Ocurrió en mayo de 1983 cuando un hombre que andaba en su bicicleta encontró a un cadáver descompuesto y devorado por un buitre. En la autopsia descubrieron que realmente se trataba de un asesinato y que en las venas, cerca del corazón, este fallecido tenía cristales de hielo.
Su piel estaba en avanzado estado de descomposición mientras que, por los cristales de hielo, los órganos habían perdurado más. Gracias a la policía se arrestó a Richard Kuklinski quien confesó el crimen y el asesinato de 100 personas más. Por esta razón se lo comenzó a llamar como “El Hombre de Hielo”.
El semáforo vuelve colocar su luz roja en la Clinton Road y ya nadie aguanta los cinco minutos de espera. Hay muchas razones para dejar la zona. Es sin dudas un lugar de leyendas tenebrosas. Y más vale estar preparado para la luz verde.
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